domingo, 8 de enero de 2012

"Aullido: la historia del que sueña"

Corre, corre tan veloz como pueden sus piernas
 La noche lo cubre, las estrellas lo respaldan
Corre tratando de escapar de algo que lo atemoriza
 Algo más feroz, más inteligente, más voraz.

No hay razón para voltear atrás, solo debe correr
 Escapar, de la bestia que sigue su rastro
 Ella huele su miedo, el corta su respiración
 El frío desgarra sus pulmones
 Sabe que llegara el punto donde ya no podrá seguir escapando
Y tendrá que enfrentar a la bestia
Tan voraz, tan hambrienta, aun lo caza y no se detiene
El corre desesperado con el miedo abrazado a su espina.

De frente ya no hay camino, el esta perdido; la bestia esta cerca
 Ha llegado a la orilla de un barranco
Y por un momento su cabeza crea una esperanza
Una salvación de una tortura que eriza la piel
 Pero no lo salva de la muerte.

Al fin decide mirar atrás y frente a el
Su miedo  parado en cuatro patas
 Ojos rojos y colmillos afilados
Esperando el momento preciso
Para desgarrar la carne
Con garras que lastimarían la más fuerte armadura.

No sabe qué hacer, no existe salvación
Y entonces decide saltar hacia el barranco
Tal vez pueda vivir o muera al instante
Pero será mejor que sentir la furia del lobo desgarrando su piel.

Da la vuelta hacia su esperanza
La mira ahí frente a él; redonda, brillante, hermosa
La reina de la noche vestida en color sangre
Lo ilumina con tal intensidad que el queda cegado.

Después el dolor más intenso
Ese dolor que succiona la vida mortal
Colmillos entrando en su hombro como si fuera mantequilla
Y después llega el sueño profundo
Cae en el manto más frío y Suave que existe
Lo protege y el duerme profundamente.

Pero no es el fin
Una fuerza lo quema por dentro como el fuego
Lo levanta con una energía electrizante
El lobo se ha ido y el mira la luna tan hermosa
Tan roja, tan pura, y corre de nuevo
Ya no con miedo; corre libre, sus pasos son fuertes y decididos
Recibiendo el aroma de la noche
Corre mientras su cuerpo arde
Llega a lo más alto de la colina
Y con la furia mas profunda clama a la luna de un aullido.

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