Ella caminaba en la dignidad
Se volvía un verso en las historias vagabundas
Caminaba envuelta en niebla
Sobre retratos corroídos de los dioses
Y como un espejo de hielo
Reflejo mí latido acelerado
Y me estremecí en su hermosura brillante
Que anunciaba un amanecer escarlata
Algo me golpeaba por dentro
Como un mar profundo
Desprendía vitalidad de sus labios
Caprichos de una luna llena
Yo solo anhelaba la invitación para poderla amar
Y desprender el hechizo de su sonrisa angelical
Para volar con mi alas sumergidas en la pena
Sucumbí ante la tentación hipnótica
Me arrastre cual insecto
Solo para besar el dulce aroma
De esa belleza vestida en sombras y oscuridad.
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