Veo el mismo sol caminar, calmado y silencioso
Lentamente deslizarse a dormir
Apaga la llama del horizonte
Y los últimos rayos desaparecen frente a mí
Veo el mismo océano danzar
En el último canto del atardecer
El mismo color durazno
En un gigante que en los murmullos urbanos
Enseño a sus mareas acariciar al anochecer
Los mismos sueños
En las mismas noches
Los mismos rostros
Las mismas voces
Pierdo la misma esperanza
Viviendo la misma vida
Pido los mismos deseos
Fingiendo los mismos anhelos
La misma mentira, la misma verdad
Besándose sin pena
Bajo el reloj del conteo final
La sorpresa del mismo mundo se va
Escucho al mismo lamento salir
El mismo corazón partiéndose a la mitad
Camino en las mismas fases de la luna
Alumbrado por los mismos fuegos
Que hacen arder cualquier amor
Vivo los mismos 365 días en desolación
En el mismo delirio de la soledad
El mismo momento para entender
La misma fe que ya no puedo perder
Y en la misma interminable batalla
Combato con la misma espada
Al negro dragón que en mi oscuridad se esparce
Golpeándome con sus fuegos hasta verme morir
Y en su hechizo embustero
Me atrapa en las memorias y los momentos
A los que nunca podre regresar
Y yo solo espero peleando cansado el latido del fin
Poder con los eternos dormir.
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