Sentada esta ella en la oscuridad
Las estrellas la coronan
Como una pequeña rosa delicada
En la profundidad de un cielo despejado
Mientras el frio recorre su piel
Oraciones incoherentes salen de mi boca
Que podría yo enseñarle a ella
Si ella me muestra cosas que no logro entender
Sus lágrimas recorren despacio
El delicado terreno de sus dulces mejillas
Sostiene una esperanza con fuerza
Pues con ella protege a los que ama
Y el dolor no ha de doblegar su espíritu guerrero
Pues tan filoso es su valor ante una vida informal
Que su alma es como una espada forjada
En místicos metales orientales
Ella es un gran escudo de piedra
Inquebrantable, infranqueable
Y yo la admiro
Pues si los dioses
Mandaron ángeles a la tierra
Ella sería uno
Y mientras divago en el pensamiento
Un calor se desprende de su reflexión austera
Y defiende con fuerza
El fuego de un mañana
Que surge de los colmillos
De la violencia de un mundo sin salvación
Y es por eso que yo le regalo cada noche una oración.
Noel A. Loaiza
Noel A. Loaiza
esta muy bonito el poema siento como que describe
ResponderEliminara una gran persona con unos ojos de amor que cada dia
crece mas aunque diga el mundo tiene algo malo siempre vera por ella
muchas gracias por el comentario, que por cierto es muy acertado. te invito a seguir visitando mi blog (:.
ResponderEliminarq bonito poema, uno de mis favoritos, a quien va dedicado? atte: maritza amiga de abril jejeje
ResponderEliminarmuchas gracias, a una persona caminante muy especial (:, te invito a seguir visitando mi blog.
EliminarQue el jinete de profundo pensamiento
ResponderEliminarprotegido de la luz las manos de una niña
un día encuentre paz
y ese día será glorioso
los pájaros cantarán
y en la vela azul el brillo del sol residirá