Tan sola estaba la gran piedra
Orgullosa y soberbia sobresaliendo del mar
Y todos la miraban bajo la luz del sol
Y ella dura y fría se levantaba cual monolito
El mar la golpeaba con fuerza
Pero la piedra seguía erguida siendo piedra
Vinieron las tormentas y los huracanes
Y la piedra seguía erguida siendo piedra
El viento soplo y la acaricio con el más bello tacto
Y la piedra seguía erguida siendo piedra
Los años cayeron sobre ella y los rayos la calentaron
Y las noches la volvieron fría y oscura
Y la piedra seguía erguida siendo piedra
Las manos humanas llegaron a ella
Las palabras la coronaron
Y amores marcaron su huella en ella
Y la piedra seguía siendo piedra
Vio a la vida y a la muerte jugar
Al tiempo correr su carrera
Al destino escribir su libro
Y la piedra seguía erguida siendo piedra
Porque la piedra después de todo nunca aprendió a sentir.
Noel A. Loaiza.
-sin embargo yo nunca me dejo de
preguntar, ¿Qué pasa cuando un humano es obligado a convertirse en piedra?, aun
si no fuera posible físicamente; ¿podríamos perder la capacidad de sentir? O simplemente
nos enfrascaríamos en una batalla mental de ser regido, por la oscuridad del
ser, desmotivando el aspecto interno de lo que hace latir el corazón con
fuerza; ¿Qué excusas podría poner un humano que se convierte en piedra? O ¿Qué argumento
tendría la sociedad que así lo convirtió? Después de todo el humano siempre fue
humano y en algún momento aprendió a sentir-
No hay comentarios:
Publicar un comentario