Pensé que ella venia de un lugar muy lejano
Cuando en sus ojos líquidos encontré un atardecer reflejado
Un mundo profundo, secreto y sagrado
Bajo las olas de un mar de selenio plateado
Dentro de mí
Nació una extraña ilusión
Una flama de magia pura
Y la visión utópica de mis ojos llenos de superstición
Hoy viajo en un tren sin estaciones
Donde estoy encadenado por estas tristes emociones
Y la realidad le quita a mis esperanzas los colores
La ausencia de su voz traen las tormentas a mis sueños
Que provienen de mi corazón hambriento
Dentro de mí
Resucito un ave de fuego
Para surcar mi cielo plagado de estrellas
Y entendí
Que por ella podría cruzar cualquier horizonte
Sin temor a no volver aquí
Solo por ser un fragmento de su memoria
Soy solo una sombra que se mantiene al margen de su compleja
canción
Pues en todos los mundos estoy consciente que vivo bajo una maldición
Pues mi amor por ella es tan joven que nunca podrá llenar su
dorado corazón.
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