miércoles, 4 de julio de 2012

"Hielo y nieve: El fuego del fin. parte 1"



-El Consejo de los Principios-

(Una gran mesa de piedra construida en el centro del Edén o el jardín prohibido en el cual solo a los primigenios se les era permitido ir, en ese momento se encontraban sentados: Alfa de la Vida, Omega de la Muerte, Hypnos del sueño eterno, Primavera, Verano, Otoño e Invierno. Estas entidades formaban una media luna mirando fijamente el medio de la gran piedra donde se alzaba el Mensajero, un ser iluminado y poderoso, un ser celestial).

Mensajero: Así es, hijos de mi padre. He venido con una noticia preocupante y aquellos que han recibido mi llamado y lo han respondido, tendrán la bendición de nuestro padre.

Alfa de la Vida: Dinos Mensajero, ¿qué es lo que ordena el Gran Maestro?

Mensajero: Vulcano hijo de las entrañas más oscuras de la tierra y soldado del ejército de los desesperados, despertó de su letargo al que alguna vez fue sentenciado y golpea con furia varias ciudades de los mortales, el Gran Maestro exige que sea detenido.

Hypnos del sueño eterno: (Tono de burla) absurdo, yo no pienso enfrentarme a tal escoria como es Vulcano, creo que Alfa y Omega estarán de acuerdo en que esta misión la deben llevar acabo los pequeños señores de las estaciones, por lo menos así harán más que hacer bolitas de nieve y revivir florecitas.

Invierno: Cuidado con tus palabras Hypnos, tal vez tu rango sea mayor pero sólo eres un bocazas, recuerda que nuestros sueños no están ligados a tus poderes, no puedes manipularnos y no puedes atacarnos. Pero para ser sincero, en un punto tienes razón, este es un trabajo para los señores de las estaciones y yo lo llevaré a cabo, ya que eminencias como tu sufrirían ante tal adversario, tu sabes, tienes mejores cosas qué hacer como llevar pesadillas a niños mortales y hacer que orinen sus aposentos.

Hypnos del sueño eterno: (Malicia) es curioso que lo digas Invierno, tal vez le haga una visita a tu querido Solsticio, hace mucho que no visito a una creación de los eternos. La última vez que visité al joven Eros de la hermana Primavera, lloró tanto que hizo llover por 3 semanas seguidas y desapareció una ciudad que estaba en los mares. Qué reacción tendrá la pequeña Solsticio, tal vez congele la mitad del mundo.

Invierno: Si te acercas a ella te juro por lo grandes hielos polares que yo te haré…

Mensajero: ¡BASTA!

(El mandato causó que enmudeciera el Edén completo)

Mensajero: Esta no es una reunión donde se puedan permitir conflictos por nimiedades; tomo tu palabra Invierno, de que te encargarás del problema.

Invierno: Sí, con la bendición del Gran Maestro. Además yo fui quien venció a Vulcano la primera vez, puedo volver a hacerlo.

Mensajero: Entonces que así sea. Me retiro y suerte en la causa señor Invierno.

(Con estas palabras el Mensajero se despidió y desapareció).

Alfa de la Vida: Suerte señor Invierno.

Omega de la Muerte: Espero no encontrarte en mi reino.

Hypnos del sueño eterno: (Hipocresía) el señor te proteja hermano, sería muy duro perderte.

(Y así desaparecieron también de la reunión).

Otoño: ¿Estás listo hermano?

Invierno: Nunca lo he estado, pero así soy yo.

Verano: Hermano, acepta esta pechera, la hizo Equinoccio, es de un metal muy ligero y resistente al calor, te permitirá resistir los golpes.

Invierno: Te lo agradezco hermano, la usare ya que es un hermoso trabajo, ligera, fresca y sin adornos… Pero sólo es necesaria mi leal Destello, no hay nada más filoso que ella, ni nada más mortal. 

(Destello era una espada que fue forjada en las profundidades mas heladas del mundo mortal, hecha de amatista y diamantes, la hoja era como un cristal tallado que le daba forma ancha, pero delgada, de un color púrpura, como los últimos destellos de sol antes de ir a dormir, de ahí vino su nombre; cortaba el aire sin dificultades y cualquier objeto que desafiara su filo, un arma mortífera y perfecta).

Primavera: Regresa vivo y te estará esperando un delicioso manjar en mi mesa. Mucha suerte hermano.

-La Tierra-

(Todos los mortales que corrían espantados, tratando de huir de la furia de algo que no comprendían y que sólo se representaba con lava y fuego, se detuvieron un momento a observar. El cielo se había abierto y de la abertura emergía un remolino de nieve y hielo, solo eso alcanzaban a ver sus ojos mortales, solo eso se les era permitido, pues los señores eternos eran vanidosos y egoístas).

Invierno: Ahí estas, desgraciado viejo gruñón. ¿Quién te habrá despertado?

(Invierno caía en picada, trayendo una ventisca helada que se esparció en todos los lugares donde había lava y fuego, apagando sus calores con rapidez, mientras que él se precipitaba contra una estructura geológica de forma cónica que nacía de la misma tierra, como si fuera una boca vomitando la inmundicia de su interior, y en medio de la estructura se encontraba un gigante de fuego y llamas, un gigante que estaba furioso y que sólo quería destruir).

Vulcano: ¡Yo seré su destrucción, creaciones imperfectas, yo, Vulcano el grande, el señor de las llamas y el caos ardiente los llevare a su condena! 

(Vulcano rugía de forma histérica sin percatarse de la llegada de Invierno).

Invierno: Pero miren nada más a quién tenemos aquí, “flamitas, la doncella berrinchuda” yo te hacía dormido y babeando magma, ¿quién te ha despertado?, ¿o acaso te has caído de tus olorosos aposentos de azufre?

Vulcano: ¡Tu!

Invierno: ¿Yo?

Vulcano: Invierno, no debiste haber venido, tal vez en el pasado me venciste pero ahora tengo más poder. Hoy será tu último momento, voy a destruirte, voy a hacerte cenizas, voy a aplastarte y después te tragaré y escupiré, voy a partirte pedazo a pedazo y te enterraré en las fauces de la oscuridad para que nadie más te encuentre.

Invierno: Por un momento, sólo por un momento, creí que me iba a derretir, hasta creo que se me salieron unos cuantos cubitos de hielo, pero pues es muy fácil hablar, veamos que tan bueno eres haciéndolo.

(La batalla entre Vulcano e Invierno empezó, el gran Vulcano levantó su mano formando una gran masa y atacó con un golpe certero a Invierno, pero Invierno era listo y esquivó el golpe de Vulcano mientras danzaba flotando en el aire y con agilidad desenvainó su espada y le cortó el brazo al gigante. Pero no fue suficiente pues al mismo instante Vulcano había regenerado su brazo y proseguía con su ataque, dando golpes no acertados, haciendo que Invierno se moviera cada vez más rápido y con más dificultad; los humanos veían maravillados aquella escena, la ventisca luchaba con el fuego y era una batalla tan equilibrada que parecía algo irreal. Invierno cortaba los brazos del gigante pero no funcionaba ya que los regeneraba al momento y proseguía atacándolo, Invierno sabía que algo no andaba bien).

Vulcano: (Carcajada) ¡tonto!, así jamás podrás derrotarme, te dije que esta vez sería diferente, esta vez tengo el poder de uno de los tuyos, soy más rápido y soy indestructible.

Invierno: (Con tono de sorpresa) ¿De los míos?, ¿quién pudo ser capaz de tal atrocidad?; no importa te he de derrotar, “ventisca de colmillos de hielo”.

(Una gran ráfaga de aire apareció en el campo de batalla, volviéndose un remolino gigante que llevaba en su interior millones de filosos fragmentos de hielo que atravesaron el cuerpo de Vulcano congelando pedazos de su cuerpo monstruoso paralizándolo por un momento, haciendo que Invierno tuviera la oportunidad de cortar su cuerpo a la mitad pero no sirvió de nada, pues el fuego había derretido los hielos y liberó a Vulcano).

Vulcano: Tus tontos hechizos no te servirán contra mí, el fuego de mi cuerpo viene de las entrañas, del núcleo que mueve al mundo, soy invencible ya te lo dije.

(Y después de decir esto atacó con un golpe rápido a Invierno, el cual no lo pudo evitar y antes de que el impacto se diera, Invierno murmuró un conjuro y congeló el puño del gigante, sin embargo el golpe lo derribó e Invierno cayó estrepitosamente hasta estrellarse en las faldas de la gran estructura).

Vulcano: (Carcajada y burla) pobre Invierno, tan débil, tan pequeño al lado del gran Vulcano, este será tu fin. (Carcajada).

Invierno: (Susurro) desgraciado bastardo, en qué momento se volvió tan rápido, la pechera me cubrió del impacto sin embargo recibí un buen golpe.

(Invierno sangraba por su boca, un líquido azul manchaba sus labios blancos y caía por su mentón hacia su pecho. Vulcano se regocijaba a ver a Invierno herido).

Invierno: ¡Desgraciado!, ya veras “aullido congelante”.
(Invierno produjo un gran aullido despertando una ráfaga que tomó forma de lobos que cubrieron a Vulcano completo apagando sus fuegos y dejando solo roca negra y sólida. Esa era la oportunidad perfecta, Invierno tomó su espada y con gran rapidez atacó a Vulcano cortando su cabeza de un solo golpe, la cabeza del gigante cayó hacia el gran lago de magma y se hundió).

Invierno: (Voz cansada) ya estoy viejo para esto, este maldito opuso gran resistencia, es necesario que encuentre quién le dio poderes. Es imposible que uno de nosotros haya hecho trato con el, ¿quién pudo ser tan vil y traidor?, llegando lo averiguaré ahora sólo necesito descansar, ese golpe que me ha acertado realmente me dejó mal herido.

(Creer que has vencido es uno de los peores errores en la guerra, hace que bajes la guardia y que pierdas los reflejos. Fue algo que Invierno nunca debió haber hecho. La columna de piedra negra y fría en la que se había convertido el gigante se partió en pedazos que cayeron al lago de magma, pero Vulcano no había sido derrotado, pues de una forma sorprendente resurgió más grande y más fuerte, tomando desprevenido a Invierno. Alzó su mano y con una velocidad sorprendente la impactó contra el cuerpo de Invierno que quedó tendido en la tierra herido e inmóvil).

Vulcano: Te lo dije, soy invencible. Es tu fin Invierno.

(Tomó con su mano de llamas el cuerpo de Invierno aprisionándolo en una masa de fuego y lava, apretándolo con fuerza mientras Invierno gritaba de dolor. Invierno estaba desesperado, sentía que la temperatura subía y que el calor se apoderaba de su cuerpo gélido. Sabía que era su fin, pero nunca había pensado en él antes).

Vulcano: Tus últimas palabras Invierno, cuando acabe contigo iré con tu querido Solsticio y lo haré sufrir más que a ti.

(Esas palabras lastimaron a Invierno que ya estaba débil y famélico, había dejado a su Solsticio desprotegida, no le había enseñado lo suficiente para defenderse, fue un mal maestro. Invierno ya no podía hacer nada para defenderla, así que simplemente dijo las últimas palabras que salieron de sus ojos en forma de lágrimas).

Invierno: Lo siento Solsticio.

(Dicho esto Vulcano lo golpeó con fuerza hasta dejarlo inconsciente).

10 comentarios:

  1. No me gustan tus trampitas -.-

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  2. nooo invierno D: !!
    yo ya se quien es el traidor >:/
    sigue, que quiero más
    un beso

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  3. Solsticio lo va a salvar :).

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  4. Bueno pues no, ni siquiera puede salvar a los peces de los osos glotones sin quedarse atrapada en el hielo D:
    Pero su maestro le enseñará :)

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  5. :D aa me dejas con las ganas de saber que pasa despues
    xP, bueno yo quiero saber que pasa despues. y yo se que no puede quedar asi.

    sigue escribiendo, no lo dejes :D

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  6. Seguiré la línea de esta serie de textos.
    Saludos y letras

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    1. si gracias, y disculpa mis faltas de horrografia, ayer termine muy tarde y lo subí, y se me fueron varias cosas.

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  7. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  8. Ih con que borrando mis comentarios eh D:? INGRATO HUP.

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    1. uuuuuuuuuuuuuuuh! ke t borraron el comentario! JjaJjaJja xD

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