-El Consejo de los Principios-
(Una gran
mesa de piedra construida en el centro del Edén o el jardín prohibido en el
cual solo a los primigenios se les era permitido ir, en ese momento se
encontraban sentados: Alfa de la Vida, Omega de la Muerte, Hypnos del sueño
eterno, Primavera, Verano, Otoño e Invierno. Estas entidades formaban una media
luna mirando fijamente el medio de la gran piedra donde se alzaba el Mensajero,
un ser iluminado y poderoso, un ser celestial).
Alfa de la Vida: Dinos
Mensajero, ¿qué es lo que ordena el Gran Maestro?
Mensajero:
Vulcano hijo de las entrañas más
oscuras de la tierra y soldado del ejército de los desesperados, despertó de su
letargo al que alguna vez fue sentenciado y golpea con furia varias ciudades de
los mortales, el Gran Maestro exige que sea detenido.
Hypnos
del sueño eterno: (Tono de
burla) absurdo, yo no pienso enfrentarme a tal escoria como es Vulcano, creo
que Alfa y Omega estarán de acuerdo en que esta misión la deben llevar acabo
los pequeños señores de las estaciones, por lo menos así harán más que hacer
bolitas de nieve y revivir florecitas.
Invierno: Cuidado con tus palabras Hypnos, tal vez tu
rango sea mayor pero sólo eres un bocazas, recuerda que nuestros sueños no
están ligados a tus poderes, no puedes manipularnos y no puedes atacarnos. Pero
para ser sincero, en un punto tienes razón, este es un trabajo para los señores
de las estaciones y yo lo llevaré a cabo, ya que eminencias como tu sufrirían
ante tal adversario, tu sabes, tienes mejores cosas qué hacer como llevar
pesadillas a niños mortales y hacer que orinen sus aposentos.
Hypnos
del sueño eterno: (Malicia) es curioso que lo digas Invierno, tal
vez le haga una visita a tu querido Solsticio, hace mucho que no visito a una
creación de los eternos. La última vez que visité al joven Eros de la hermana Primavera,
lloró tanto que hizo llover por 3 semanas seguidas y desapareció una ciudad que
estaba en los mares. Qué reacción tendrá la pequeña Solsticio, tal vez congele
la mitad del mundo.
Invierno: Si te acercas a ella te juro por lo grandes
hielos polares que yo te haré…
Mensajero:
¡BASTA!
(El mandato
causó que enmudeciera el Edén completo)
Mensajero:
Esta no es una reunión donde se
puedan permitir conflictos por nimiedades; tomo tu palabra Invierno, de que te
encargarás del problema.
Invierno: Sí, con la bendición del Gran Maestro. Además
yo fui quien venció a Vulcano la primera vez, puedo volver a hacerlo.
Mensajero: Entonces que así sea. Me retiro
y suerte en la causa señor Invierno.
(Con estas
palabras el Mensajero se despidió y desapareció).
Alfa de la Vida: Suerte
señor Invierno.
Omega
de la Muerte: Espero no encontrarte en mi
reino.
Hypnos
del sueño eterno: (Hipocresía) el señor te proteja hermano, sería
muy duro perderte.
(Y así
desaparecieron también de la reunión).
Otoño: ¿Estás listo hermano?
Invierno: Nunca lo he estado, pero así soy yo.
Verano: Hermano, acepta esta pechera, la hizo Equinoccio,
es de un metal muy ligero y resistente al calor, te permitirá resistir los
golpes.
Invierno: Te lo agradezco hermano, la usare ya que es un
hermoso trabajo, ligera, fresca y sin adornos… Pero sólo es necesaria mi leal Destello,
no hay nada más filoso que ella, ni nada más mortal.
Primavera: Regresa vivo y te estará
esperando un delicioso manjar en mi mesa. Mucha suerte hermano.
-La Tierra-
(Todos los
mortales que corrían espantados, tratando de huir de la furia de algo que no comprendían
y que sólo se representaba con lava y fuego, se detuvieron un momento a
observar. El cielo se había abierto y de la abertura emergía un remolino de
nieve y hielo, solo eso alcanzaban a ver sus ojos mortales, solo eso se les era
permitido, pues los señores eternos eran vanidosos y egoístas).
Invierno: Ahí estas, desgraciado viejo gruñón. ¿Quién te
habrá despertado?
(Invierno
caía en picada, trayendo una ventisca helada que se esparció en todos los
lugares donde había lava y fuego, apagando sus calores con rapidez, mientras
que él se precipitaba contra una estructura geológica de forma cónica que nacía
de la misma tierra, como si fuera una boca vomitando la inmundicia de su
interior, y en medio de la estructura se encontraba un gigante de fuego y
llamas, un gigante que estaba furioso y que sólo quería destruir).
Vulcano: ¡Yo seré su destrucción,
creaciones imperfectas, yo, Vulcano el grande, el señor de las llamas y el caos
ardiente los llevare a su condena!
(Vulcano rugía de forma histérica sin
percatarse de la llegada de Invierno).
Invierno: Pero miren nada más a quién tenemos aquí,
“flamitas, la doncella berrinchuda” yo te hacía dormido y babeando magma, ¿quién
te ha despertado?, ¿o acaso te has caído de tus olorosos aposentos de azufre?
Vulcano: ¡Tu!
Invierno: ¿Yo?
Vulcano: Invierno, no debiste haber
venido, tal vez en el pasado me venciste pero ahora tengo más poder. Hoy será
tu último momento, voy a destruirte, voy a hacerte cenizas, voy a aplastarte y
después te tragaré y escupiré, voy a partirte pedazo a pedazo y te enterraré en
las fauces de la oscuridad para que nadie más te encuentre.
Invierno: Por un momento, sólo por un momento, creí que
me iba a derretir, hasta creo que se me salieron unos cuantos cubitos de hielo,
pero pues es muy fácil hablar, veamos que tan bueno eres haciéndolo.
(La batalla
entre Vulcano e Invierno empezó, el gran Vulcano levantó su mano formando una
gran masa y atacó con un golpe certero a Invierno, pero Invierno era listo y
esquivó el golpe de Vulcano mientras danzaba flotando en el aire y con agilidad
desenvainó su espada y le cortó el brazo al gigante. Pero no fue suficiente
pues al mismo instante Vulcano había regenerado su brazo y proseguía con su
ataque, dando golpes no acertados, haciendo que Invierno se moviera cada vez
más rápido y con más dificultad; los humanos veían maravillados aquella escena,
la ventisca luchaba con el fuego y era una batalla tan equilibrada que parecía
algo irreal. Invierno cortaba los brazos del gigante pero no funcionaba ya que
los regeneraba al momento y proseguía atacándolo, Invierno sabía que algo no
andaba bien).
Vulcano: (Carcajada) ¡tonto!, así jamás
podrás derrotarme, te dije que esta vez sería diferente, esta vez tengo el poder
de uno de los tuyos, soy más rápido y soy indestructible.
Invierno: (Con tono de sorpresa) ¿De los míos?, ¿quién
pudo ser capaz de tal atrocidad?; no importa te he de derrotar, “ventisca de
colmillos de hielo”.
(Una gran
ráfaga de aire apareció en el campo de batalla, volviéndose un remolino gigante
que llevaba en su interior millones de filosos fragmentos de hielo que
atravesaron el cuerpo de Vulcano congelando pedazos de su cuerpo monstruoso
paralizándolo por un momento, haciendo que Invierno tuviera la oportunidad de cortar
su cuerpo a la mitad pero no sirvió de nada, pues el fuego había derretido los
hielos y liberó a Vulcano).
Vulcano: Tus tontos hechizos no te
servirán contra mí, el fuego de mi cuerpo viene de las entrañas, del núcleo que
mueve al mundo, soy invencible ya te lo dije.
(Y después
de decir esto atacó con un golpe rápido a Invierno, el cual no lo pudo evitar y
antes de que el impacto se diera, Invierno murmuró un conjuro y congeló el puño
del gigante, sin embargo el golpe lo derribó e Invierno cayó estrepitosamente
hasta estrellarse en las faldas de la gran estructura).
Vulcano: (Carcajada y burla) pobre Invierno,
tan débil, tan pequeño al lado del gran Vulcano, este será tu fin. (Carcajada).
Invierno: (Susurro) desgraciado bastardo, en qué momento
se volvió tan rápido, la pechera me cubrió del impacto sin embargo recibí un
buen golpe.
(Invierno
sangraba por su boca, un líquido azul manchaba sus labios blancos y caía por su
mentón hacia su pecho. Vulcano se regocijaba a ver a Invierno herido).
(Invierno
produjo un gran aullido despertando una ráfaga que tomó forma de lobos que
cubrieron a Vulcano completo apagando sus fuegos y dejando solo roca negra y sólida.
Esa era la oportunidad perfecta, Invierno tomó su espada y con gran rapidez
atacó a Vulcano cortando su cabeza de un solo golpe, la cabeza del gigante cayó
hacia el gran lago de magma y se hundió).
Invierno: (Voz cansada) ya estoy viejo para esto, este
maldito opuso gran resistencia, es necesario que encuentre quién le dio
poderes. Es imposible que uno de nosotros haya hecho trato con el, ¿quién pudo
ser tan vil y traidor?, llegando lo averiguaré ahora sólo necesito descansar,
ese golpe que me ha acertado realmente me dejó mal herido.
(Creer que
has vencido es uno de los peores errores en la guerra, hace que bajes la guardia
y que pierdas los reflejos. Fue algo que Invierno nunca debió haber hecho. La
columna de piedra negra y fría en la que se había convertido el gigante se
partió en pedazos que cayeron al lago de magma, pero Vulcano no había sido
derrotado, pues de una forma sorprendente resurgió más grande y más fuerte,
tomando desprevenido a Invierno. Alzó su mano y con una velocidad sorprendente
la impactó contra el cuerpo de Invierno que quedó tendido en la tierra herido e
inmóvil).
Vulcano: Te lo dije, soy invencible. Es tu
fin Invierno.
(Tomó con su
mano de llamas el cuerpo de Invierno aprisionándolo en una masa de fuego y
lava, apretándolo con fuerza mientras Invierno gritaba de dolor. Invierno
estaba desesperado, sentía que la temperatura subía y que el calor se apoderaba
de su cuerpo gélido. Sabía que era su fin, pero nunca había pensado en él
antes).
Vulcano: Tus últimas palabras Invierno,
cuando acabe contigo iré con tu querido Solsticio y lo haré sufrir más que a
ti.
(Esas
palabras lastimaron a Invierno que ya estaba débil y famélico, había dejado a
su Solsticio desprotegida, no le había enseñado lo suficiente para defenderse,
fue un mal maestro. Invierno ya no podía hacer nada para defenderla, así que
simplemente dijo las últimas palabras que salieron de sus ojos en forma de
lágrimas).
Invierno: Lo siento Solsticio.
(Dicho esto Vulcano lo golpeó con
fuerza hasta dejarlo inconsciente).
No me gustan tus trampitas -.-
ResponderEliminarnooo invierno D: !!
ResponderEliminaryo ya se quien es el traidor >:/
sigue, que quiero más
un beso
Solsticio lo va a salvar :).
ResponderEliminarBueno pues no, ni siquiera puede salvar a los peces de los osos glotones sin quedarse atrapada en el hielo D:
ResponderEliminarPero su maestro le enseñará :)
:D aa me dejas con las ganas de saber que pasa despues
ResponderEliminarxP, bueno yo quiero saber que pasa despues. y yo se que no puede quedar asi.
sigue escribiendo, no lo dejes :D
Seguiré la línea de esta serie de textos.
ResponderEliminarSaludos y letras
si gracias, y disculpa mis faltas de horrografia, ayer termine muy tarde y lo subí, y se me fueron varias cosas.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarIh con que borrando mis comentarios eh D:? INGRATO HUP.
ResponderEliminaruuuuuuuuuuuuuuuh! ke t borraron el comentario! JjaJjaJja xD
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