A veces simplemente
Nuestros corazones se encienden incandescentes
Por la magia de la ciudadela urbanizada
Aquella que se llena de una lluvia de motitas de luz
Y sonidos de una máquina que no duerme por las noches
Pero se mueve con más pereza
Somos absorbidos por sonidos noctámbulos
De alcantarillas, puertas, ventanas y callejones oscuros
Inspirados por frases de grafiti y murales de aerosol
Que nos vuelven moléculas hiperactivas
Deambulando por las calles húmedas
A veces simplemente
Buscamos la soledad sobre un tejado
Escuchando la música surgir de los jardines
Con un manto de estrellas danzantes
Y una luna que bosteza lento
A veces simplemente
Somos acordes de una canción ya escrita
Personajes de un libro olvidado
Y números de una ecuación equivocada
A veces simplemente, en esta hermosa ciudad
Somos el todo y la nada.
Noel A. Loaiza
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