jueves, 27 de septiembre de 2012

"Cuentacortouncuento: La botella de la memoria"


-          ¿Qué buscas en la botella?

-          Su cara, su voz, su llanto, su aroma de la mañana o el último beso antes de partir a trabajar.

-          ¿Lo encontraste ya?

-          Lo encuentro todos los días, después del desmayo, entre nubes de recuerdos traslucidos por esferitas de colores.

-          Ya pasaron 3 años y aun sigues esperando que entre por esa puerta, con la misma botella intacta y sin abrir en tus manos, no crees que es momento para dejarla partir con un buen trago.

-          Soy un melancólico no un maldito ebrio.

-          Eres un idiota.

-          Soy espejo y me reflejo.

-          Ahora también eres un crío.

-          Vienes a molestarme todos los días, me preguntas lo mismo, y me ofendes de la misma forma. Pero claro, yo soy el crío.

-          Es que no tengo nada mejor que hacer.

-          Tienes todo un infierno de diversiones allá abajo.

-          Pero todas las almas son tan aburridas y con caras largas, nunca me puedo reír de su desgracia por que no entienden.

-          Me alagas, me encanta ser el único pez de tu pecera.

-          Ya abre la botella, sirve dos tragos y brindemos por ella.

-          Tú no la conociste, porque querrías brindar por ella.

-          Claro que la conocí, yo juzgue sus pecados y la condene a una tortura eterna.

-          Mientes, ella era un ángel.

-          No miento, tú te mientes. Esa mujer te engañaba con tu hermano.

-          Hasta que un mal día, un auto le paso por encima.

-          Era tu auto.

-          Y desde ese día ya no soy alcohólico.

-          Lo hiciste por venganza.

-          Y por eso mismo mantengo esta botella intacta y sin abrir.

-          Algún día esa botella caerá de tus manos, se romperá en miles de hojuelas de cristal y el alma de ella será libre.

-          Entonces ese día brindaremos por haberla perdonado al fin.

Noel A. Loaiza.

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