Nuestra única madre ha bajado
retorna del sueño de los eones
llega como tempestad
entre tormenta y plaga
hermosa virgen de madre perla
dulce diosa noche eterna
bendícenos con tu lengua muerta
esa que entendemos solo tus hijos primigenios
viniste a nuestro encuentro
llegaste con el eclipse
al fin recuperaste tu fuerza
y tu hermosa figura de doncella
resguardanos alma mater
ábrenos tu corazón de hielo
y en el danos cobijo
dulce mujer de resplandor infinito
alimentanos de tu pecho de estrellas
déjanos lamer tu pezón dulce y tierno
y ahoga nuestra garganta con tu vía láctea
para volver a ser los lobos que vigilen tu camino
musa de la poesía oscura
bendita seas por doblegar al sol con tu sexo-luna
por proveer esta penumbra protectora
para devolver la vista a nuestros débiles ojos ciegos
hermosa virgen de madre perla
coronada de galaxias y cometas
tu trono en el mar de piscis espera paciente
venenoso inicio y dulce muerte
nosotros tus lobos aullamos tu llegada
dulce noche eterna, madre de nuestra manada
bautizanos con el agua de los inviernos
y permitenos en nuestro extraño final, transmutar en cuervos.
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