Cuando la soledad y yo éramos extraños
Solía bromear entre las sombras de sus faldas
Coquetearle y reírme en su cara
Frecuentaba nadar en su mar profundo
Soportando la respiración
Me codeaba con la satisfacción de la repelencia
Mimetizando sus pasos para que notara en mi vida su ausencia
Cuando la soledad y yo éramos extraños
Me besaba con la tristeza sin sentir responsabilidad alguna
La engañaba con la efervescencia de una marea de sueños
Con mis estantes llenos de promesas y trofeos
La miraba por espejos turbios y realizaba muecas cuando se
descuidaba
Correteaba a su alrededor con mi juventud que aún no estaba
dañada
Cuando la soledad y yo éramos extraños
Me aventuraba en sus pesadillas haciéndome el dormido
Escapaba con astucia de sus brazos y despertaba triunfante
Creía que podía navegar entre sus corrientes sin necesidad
de pagar el peaje
…
El tiempo paso y nos unió con sumo cuidado
La vida continua y yo no me puedo separar de su lado
Tiene su mano en mi corazón y yo un pie en el barranco
Dormimos juntos, viviendo en turnos
Siendo uno entre las fauces del mundo.
Ahora ya no sonrió más.
Capitulo: catarsis
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