Y aunque el sol brille fuerte
yo veo que el cielo gris aun no logra desaparecer
las aves parecen no tener un árbol donde descansar
las flores se marchitan de tristeza al ver la cara del
amanecer
las caricias saben a sal de mar
y los últimos besos se deshacen en mi boca
ya no hay secretos en mi corazón que yo desee esconder
mi esperanza grita con mil voces tendida sobre las rocas
esta armadura cada día se vuelve más pesada para caminar
mi nombre se pierde en el silencio
mientras veo al crepúsculo desvanecer
el olvido me dio la mano para otorgarme su amistad
y los brazos del destino son una obra de teatro fuera de la
realidad
me sorprende ver lo frio que ahora soy
y como la noche se ha devorado cada sueño que he tenido
entender que ya llegué a los límites de mi corazón
sentir cada emoción volverse un extraño liquido
y mientras trato con fuerza hacer que las estrellas brillen
para mi
la luna me mira con ojos de añoranza y me pregunta “¿Por qué
no eres feliz aquí?”.
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