Vengo buscando un lugar
Un pedazo de suelo fértil al que pueda llamar hogar
Vengo pidiendo un poco de ese sentido
Que violentamente en el pasado rechacé
Busco saciar esta hambre de experiencia
Para poder mutar a una esencia lejos de desesperanza
Que se cobija en la búsqueda vacía de mi placer.
Ahora estoy completamente diluido
Desnudo, busco el sol que calienta los corazones de los
hombres.
El tiempo que he malgastado tomando el veneno
Hizo que mis mentiras tomaran posesión de mi realidad
He intentado mirar más allá
Y me encontré ciego en el silencio.
La luz se aleja de mí y huye donde no la puedo alcanzar
Todas las voces de mi pueblo empiezan a callar
Y las raíces de su vientre me desconectan del cordón
umbilical
Nunca más seré de su sangre.
He quedado solo, en la voz del viento, que viaja lento
Soy una nota musical atrapada en las cuerdas vocales de un
dios muerto.
“¡Oigan!
¿Me pueden escuchar?
¿Hola?”
Noel A. Loaiza